Focos empotrables cocina

Para elegir el foco empotrable ideal para tu cocina, es importante considerar algunos aspectos para lograr una iluminación funcional y con estilo. Aquí te dejo una guía sencilla para ayudarte a decidir:

1. ¿Que tipo de luz es mejor?

Para saber que color de luz es ideal para tu empotrable de cocina, considera el tipo de luz según cada ambiente: cálida para zonas de comedor, neutra para iluminación general y áreas de trabajo.

2. ¿Como los tengo que distribuir?

Para una iluminación eficiente en la cocina, distribuye los focos empotrables de forma uniforme en el techo, dejando entre 80 y 100 cm de separación (los downlights pueden colocarse más separados). En las zonas de trabajo, como la encimera, opta por modelos orientables para evitar sombras. Si tienes una isla o barra, instala focos en línea con una luz más focalizada (de menor ángulo) o combínalos con lámparas colgantes para un toque decorativo.

3. ¿Cuanta potencia necesitas?

A decir verdad, desde que llegó la tecnología LED, hablar de potencia ya no es sinónimo de 'cantidad de luz', por lo que es más importante hablar de cuántos lúmenes necesitamos. Para una cocina, la cantidad recomendada de lúmenes por metro cuadrado depende del tipo de cocina (tamaño, color de las paredes, etc.) y del nivel de iluminación que busques.

Sin embargo, aquí tienes una regla que te puede servir de aproximación:

• Iluminación general: De 300 a 500 lúmenes por metro cuadrado.
• Zonas de trabajo (encimera, isla, etc.): De 500 a 700 lúmenes por metro cuadrado.

4. Otros detalles importantes:

Es preferible que los focos empotrables de la cocina cuenten con protección IP44 o superior para resistir humedad y grasa. También es útil elegir modelos regulables para ajustar la intensidad y orientables para dirigir la luz a las áreas necesarias. Si buscas un aspecto moderno, opta por focos con un diseño delgado o sin borde.

Para iluminar la cocina, el color de luz ideal para los focos empotrables dependerá de las zonas y la atmósfera que quieras crear en cada una de ellas:

• Luz cálida (2700K-3000K): Ideal para la zona de comedor o para crear un ambiente acogedor en cocinas con un estilo rústico o tradicional. No es la mejor opción para las áreas de trabajo donde necesitas más claridad.
• Luz neutra (4000K-4500K): Es la opción más equilibrada, proporcionando una luz natural que permite ver con claridad sin ser demasiado fría ni cálida. Es perfecta para la iluminación general de la cocina.
• Luz fría (5000K-6500K): Ofrece una luz brillante y clara, pero también más fría, menos confortable y con un ambiente más 'clínico', por lo que se recomienda principalmente para las zonas de trabajo, donde necesitas precisión al preparar alimentos. A nivel particular, no recomendamos una temperatura de color superior a 5000K.

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